Imagen cortesía de: fashionbelief.com
Años atrás, por ahí del principio del milenio, en el año 2000,
invadieron las pasarelas como una herencia ochenterísima y seguidamente,
llegaron a las calles y sí, decididamente (y para el agrado de much@s, entre
las que me incluyo) llegaron para quedarse un buen tiempo sobre el asfalto. Es
así, que enfundadas en unos vertiginosos tacones o bien, cómodamente llevados
sobre un par de bailarinas, los leggings, jeggings, líquidos o como les dirían nuestras madres “mallones”
son un must del armario de muchas de nosotras.
Sin embargo (y a pesar de la familiaridad con los que ya los
tratamos) pareciera que en algunos casos, aún no se conoce la diferencia entre
unos y otros; y más allá de esto, el cómo llevarlos. Por ello, en esta edición,
traemos para ti unos cuantos datos al respecto:
1.
Los leggings son lo más parecido a los antiguos mallones. Se crean con
fibras que tienen alto contenido de spandex (sí, esa maravillosa fibra elástica
que permite que se ciñan al cuerpo y se estiren lo suficiente para darnos tanta
comodidad). En un inicio, fueron fabricados en mezclas con algodón; hoy, los
encontramos en diversos estampados, en tonos subidísimos e incluso neón, con
apliques y texturas; o incluso, en materiales tan extremos como el látex. Y sí,
por extraño que les parezca a algunas, me es inevitable decirlo: los leggings
¡NO son pantalones! Por ello, como regla general al usarlos, deberás tener una
prenda superior que cubra al menos hasta la parte baja del trasero. Cabe
destacar que los Leggings, con el complemento ideal para poder llevar esa falda
tan cortita que no te atreves a llevar sin algo debajo; o bien, para combinarse
con un blusón o minivestido de vértigo y unas botas alucinantes.
2.
Los Líquidos son leggings que muchas considerarían atrevidos, ya que su
terminación o aspecto es sumamente brillante pues obedecen a un estilo metálico
y acabado satinado. Cabe destacar que los líquidos, son un privilegio exclusivo
de aquellas mujeres con piernas interminables y esbeltas, ya que debido a su
intenso brillo, suelen aumentarle visualmente, unos kilitos a tus piernas.
3.
Y aquí viene la buena
noticia: Los Jeggings ¡SÍ son
pantalones! Así es, este magnífico híbrido, que no es otra cosa que un modelo
de leggings pero en denim (es decir en tela de mezclilla) son uno de los inventos
del siglo; pues su espesor permite usarlos como un pantalón skinny (o sumamente
entubado) y a su vez, te permite la comodidad, elasticidad y frescura de un
tejido más ligero que el de los jeans tradicionales. Son ideales para lucir tus
curvas y a la vez aportarte un look rockerísimo o urban chic, subida en unos
envidiables tacones.
Estoy segura que estas pequeñas pistas, te ayudarán a invertir en
tus prendas y a combinarlas del modo más favorecedor; sin embargo recuerda que
¡estoy para servirte! ¿Necesitas ayuda personalizada para conocer qué tipo de
prendas son ideales para ti? Seas hombre o mujer, no dudes en contactarme si
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