jueves, 30 de diciembre de 2010

Little Black Dress


La pieza maestra de la cordura de la moda, sí por supuesto, hablo de Gabrielle Chanel creadora del concepto y de esta, casi corriente doctrinaria, dentro del mundo de la moda y que puede definirse con tres letras LBD siglas del icónico Little Black Dress, del bautizado por Coco (en francés, su idioma natal) originalmente como Petite robe noir y que castellanizado no es otra cosa que el famosísimo vestidito negro, prenda indispensable en todo armario femenino y que para su creadora, Gabrielle Chanel debe cumplir con ser, según sus propias palabras “duradero, versátil, asequible, accesible al mercado más amplio posible y en un color neutro”.

Coco conceptualizó esta magnífica prenda en los años veintes, rompiendo los paradigmas de la moda y como siempre, retando a las tendencias dictadas por sus colegas diseñadores de la época, quienes en su mayoría, se decantaron por las prendas exuberantes, de superposición de corsés, encajes, telas, vuelos, crinolinas y pailettes propios de las clases acomodadas y que contrastaban en todo sentido con la mesura, la sencillez y limpieza de las líneas de la mujer activa que retrataba Gabrielle en cada una de sus prendas y que no por ello era menos elegante y sobria.


Hoy en día, a casi un siglo de la creación del concepto, el vestidito negro o LBD es más que un emblema, es una auténtica regla de la moda, pues los expertos afirman que toda mujer debe poseer al menos un vestido negro que cumpla con dichas reglas de versatilidad, elegancia y sobriedad en su fondo de armario que pueda ajustarse a ser más o menos formal dependiendo de la ocasión; pero ¿cómo elegir el tuyo?... Recuerda cumplir con estas reglas:


- Deberá ser una prenda en tejidos de alta calidad, por lo que deberás preferir los tejidos naturales como el algodón o mezclas de cachemira, seda o similares por encima de los tejidos demasiado sintéticos como los poliésteres que lucirán menos elegantes.

- Comprueba que la prenda luzca igualmente presentable si llevas una chaqueta y zapatos de color vistoso; unos accesorios de pedrería o bien, bisutería de minerales como el coral.

- Deberá ser una prenda clásica, es decir, nada exageradamente de moda ya que para cumplir con la durabilidad, deberá verse actual por muchos años, por lo que en la medida que sea simple será más duradero y actual; es decir, auténticamente un clásico.

- Elígelo elegantemente holgado, no ancho ni demasiado ceñido y por supuesto no extremadamente corto; prefiérelo justo por encima de la rodilla o de lo contrario, en el elegante corte Chanel que va justo por debajo de ésta (y que dicho sea de paso, lleva su nombre en honor a Gabrielle, quien afirmaba que no había parte del cuerpo más fea que las rodillas y que demeritaban toda la elegancia femenina).

- No temas en gastarte un poquito más de dinero en dicha prenda, recuerda que finalmente es una inversión pues dará mucho de sí. No olvides que la prenda más cara no es aquella que cuesta más sino aquella que usas menos y un LBD es definitivamente, una prenda que te sacará de muchos apuros.


Estoy segura que con estas pautas, encontrarás a tu compañero ideal, ese LBD que te hará lucir adecuada en muchas ocasiones y sobre todo ¡elegantísima y como toda una conocedora del buen vestir!

¿Quieres sugerirme un tema o tienes alguna duda?... ¡escríbeme, me encantará leerte!

* Artículo de mi autoría publicado en la revista Alejandro Cano Fashion & Lifestyle ed. diciembre 2010.