Aquí te van unas pautas de cómo portar la ropa elegantemente holgada, cabe decir que en esta ocasión no me refiero a moda sino a elegancia puramente vista desde el reflector de la etiqueta como tal, partiendo desde el punto que para ello, se requiere de prendas holgadas (no anchas y mucho menos excesivamente ceñidas) a fin de lucir siempre elegante; para ello deberás considerar los siguientes parámetros:
· Debería poder pasar un dedo fácilmente por debajo de la cinturilla de tu prenda.
· Las costuras laterales deberían quedarte rectas, sin arrugas horizontales (que suelen causarse cuando la prenda está excesivamente ajustada).
· Las cremalleras deben quedar planas (es decir, no deben presentar curvas zigzagueantes debido a la estrechez de la prenda).
· Las mangas no deben ceñirse al antebrazo (si bien, la moda lo permite, la elegancia no).
· Las faldas y pantalones deberían colgar rectos sin meterse debajo del trasero.
· El largo ideal de la manga de una chaqueta es justo golpeando el borde de ésta al hueso de la muñeca.
· Los bolsillos y ojales no deben abrirse, ni estando de pie ni cuando estés sentado.
· Las blusas y camisas no deben tirar del pecho.
· El largo ideal de pantalones es justo asentándose sobre el empeine o bien en el caso de los hombres, pegando justo sobre la parte media-delantera de los zapatos (cortados con base al calzado que usarás).
Y es así que volviendo a la cordura, es decir, a Chanel recordamos que la Elegancia no consiste en ponerse un vestido nuevo... y dicho lo propio, me despido ¡Nos leemos la próxima!